Nació en el seno de una familia perseguida por el nazismo por su ascendencia judía. Logró escapar de la guerra y los campos de concentración para estudiar en Londres y trabajar como corredor de bolsa en EE.UU. Su leyenda se gestó cuando casi quiebra al Banco de Inglaterra. Los detalles de su vida
Un día como hoy pero hace 81 años, nació en el seno de una familia húngara judía acosada por el nazismo y el fascismo en Europa un niño, con un futuro de grandez. No lo imaginaban sus padres en aquel momento, pero ese pequeño sería, ocho décadas después, uno de los hombres más ricos del mundo: George Soros.
En realidad, Soros no fue su apellido de nacimiento. Originalmente, su familia era conocida como Schwartz.
Sin embargo, sus padres decidieron cambiar el apellido debido a la creciente ola de antisemitismo que golpeaba al Viejo Continente.
De hecho, el hoy magnate tuvo una infancia bastante compleja debido a su ascendencia judía, puesto que cuando aún era un niño su país de origen fue invadido por los nazis.
Concretamente, George nació en Budapest el 12 de agosto de 1930 y en 1944, cuando aún tenía 13 años, el general nazi Adolf Eichmann arribó a Hungría como parte de la ocupación alemana a los países de Europa del Este.
La familia del joven Soros debió esquivar el trágico destino de miles de sus conciudadanos que murieron en los campos de concentración. Su padre, el abogado Tivadar Soros, pagó para evitar que su hijo fuera mandado a los campos de exterminio.
Asimismo, el ahora multimillonario debió esconderse en pequeños departamentos y experimentó la crueldad de la guerra hasta los 16 años, cuando pudo salir de su país y emigrar a Londres, donde pasaría nueve años estudiando y trabajando como mesero, portero y agente de viajes, según contó en su sitio oficial.
Pero, al mismo tiempo, el joven Soros comenzó a fraguar su carrera como inversor y corredor de Bolsa.
Soros se graduó en 1952 de la London School of Economics, y en 1956, con 26 años, zarpó hacia Nueva York para firmar como broker de la firma FM Mayer, donde se especializó como corredor de operaciones de arbitraje de activos internacionales.
Tres años después se movió a la firma de inversión Arnold & Bleichroder. Pero sólo permaneció allí hasta 1973, cuando dencidió dejar la empresa para iniciar su propio fondo de inversión con u$s12 millones.
En un primer momento, ese proyecto personal se llamó Soros Fund. Pero luego se convirtió en el famoso fondo de inversión Quantum Fund.
Pero la verdadera leyenda de Soros comenzó a gestarse cuando casi derriba al Banco Central de Inglaterra a través de operaciones en corto, apostando que la libra esterlina se iba a devaluar frente al marco alemán.
La carrera del especulador comenzó a dispararse, y sus comentarios se convirtieron en referencia en cualquier foro donde se presentara. Y Soros se convirtió en un asiduo asistente como orador y panelista al Fondo Económico Mundial que se lleva a cabo a inicios de cada año en Suiza.
Así, llegó a convertirse en uno de los hombres más ricos del planeta. Según la revista Forbes, posee u$s14.500 millones.
El fin de su fondo de inversión
La crisis financiera y económica mundial del 2008 cambió las reglas de juego, ya que llamó la atención sobre la falta de regulación de los mercados y llevó a varios gobiernos a introducir cambios.
Es por eso que, el 26 de julio de este año, Soros decidió cerrar su fondo de inversión, poniendo fin a su carrera como especulador.
Quantum Group of Funds anunció que se convertirá en una empresa familiar debido a nuevas regulaciones en Estados Unidos, que pondrán bajo la lupa la forma en que estas firmas manejan el dinero de los inversionistas. El fondo manejaba activos por casi u$s27.000 millones, según su portal oficial.
Corazón filántropo
Pero Soros no sólo pasó a la historia como el inversionista y especulador que casi quiebra al Banco de Inglaterra. El magnate también ha captado los reflectores por su filantropía.
De hecho, ha donado más de u$s8.000 millones desde 1979 a organizaciones dedicadas a la atención de derechos humanos, salud pública y educación.
En 2010 cedió u$s100 millones a la organización defensora de los derechos humanos Human Rights Watch.
Al momento de dar su apoyo, Soros mencionó que "los derechos humanos son una de nuestras grandes aspiraciones; son el corazón de las sociedades abiertas".
En realidad, Soros no fue su apellido de nacimiento. Originalmente, su familia era conocida como Schwartz.
Sin embargo, sus padres decidieron cambiar el apellido debido a la creciente ola de antisemitismo que golpeaba al Viejo Continente.
De hecho, el hoy magnate tuvo una infancia bastante compleja debido a su ascendencia judía, puesto que cuando aún era un niño su país de origen fue invadido por los nazis.
Concretamente, George nació en Budapest el 12 de agosto de 1930 y en 1944, cuando aún tenía 13 años, el general nazi Adolf Eichmann arribó a Hungría como parte de la ocupación alemana a los países de Europa del Este.
La familia del joven Soros debió esquivar el trágico destino de miles de sus conciudadanos que murieron en los campos de concentración. Su padre, el abogado Tivadar Soros, pagó para evitar que su hijo fuera mandado a los campos de exterminio.
Asimismo, el ahora multimillonario debió esconderse en pequeños departamentos y experimentó la crueldad de la guerra hasta los 16 años, cuando pudo salir de su país y emigrar a Londres, donde pasaría nueve años estudiando y trabajando como mesero, portero y agente de viajes, según contó en su sitio oficial.
Pero, al mismo tiempo, el joven Soros comenzó a fraguar su carrera como inversor y corredor de Bolsa.
Soros se graduó en 1952 de la London School of Economics, y en 1956, con 26 años, zarpó hacia Nueva York para firmar como broker de la firma FM Mayer, donde se especializó como corredor de operaciones de arbitraje de activos internacionales.
Tres años después se movió a la firma de inversión Arnold & Bleichroder. Pero sólo permaneció allí hasta 1973, cuando dencidió dejar la empresa para iniciar su propio fondo de inversión con u$s12 millones.
En un primer momento, ese proyecto personal se llamó Soros Fund. Pero luego se convirtió en el famoso fondo de inversión Quantum Fund.
Pero la verdadera leyenda de Soros comenzó a gestarse cuando casi derriba al Banco Central de Inglaterra a través de operaciones en corto, apostando que la libra esterlina se iba a devaluar frente al marco alemán.
La carrera del especulador comenzó a dispararse, y sus comentarios se convirtieron en referencia en cualquier foro donde se presentara. Y Soros se convirtió en un asiduo asistente como orador y panelista al Fondo Económico Mundial que se lleva a cabo a inicios de cada año en Suiza.
Así, llegó a convertirse en uno de los hombres más ricos del planeta. Según la revista Forbes, posee u$s14.500 millones.
El fin de su fondo de inversión
La crisis financiera y económica mundial del 2008 cambió las reglas de juego, ya que llamó la atención sobre la falta de regulación de los mercados y llevó a varios gobiernos a introducir cambios.
Es por eso que, el 26 de julio de este año, Soros decidió cerrar su fondo de inversión, poniendo fin a su carrera como especulador.
Quantum Group of Funds anunció que se convertirá en una empresa familiar debido a nuevas regulaciones en Estados Unidos, que pondrán bajo la lupa la forma en que estas firmas manejan el dinero de los inversionistas. El fondo manejaba activos por casi u$s27.000 millones, según su portal oficial.
Corazón filántropo
Pero Soros no sólo pasó a la historia como el inversionista y especulador que casi quiebra al Banco de Inglaterra. El magnate también ha captado los reflectores por su filantropía.
De hecho, ha donado más de u$s8.000 millones desde 1979 a organizaciones dedicadas a la atención de derechos humanos, salud pública y educación.
En 2010 cedió u$s100 millones a la organización defensora de los derechos humanos Human Rights Watch.
Al momento de dar su apoyo, Soros mencionó que "los derechos humanos son una de nuestras grandes aspiraciones; son el corazón de las sociedades abiertas".
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