TATIANA FREITAS
DE SÃO PAULO
DE SÃO PAULO
El temor a la recesión global, que derrumbó las Bolsas en todo el mundo esta semana, empieza a afectar los planes de las empresas brasileñas.
Ayer, la General Motors (GM) anunció vacaciones colectivas por dos semanas a 300 empleados de su fábrica en la ciudad de Sao José dos Campos (SP), para adecuar la producción a la demanda del mercado nacional.
La reducción del impuesto sobre Productos Industrializados (IPI), anunciada esta semana por el gobierno no fue suficiente para detener la desaceleración en la producción de la GM, que culpa los altos stocks.
A pesar de negar una crisis de liquidez, el presidente de la Petrobras, José Sergio Gabrielli, admitió la posibilidad de que la estatal no pueda buscar en el mercado los US$ 91 mil millones que necesitará para financiarse en los próximos años.
Anticipando las consecuencias de la tensión global en las empresas brasileñas, la Bolsa de Valores del Estado de Sao Paulo (Bovespa) presenció una fuga masiva de inversionistas esta semana. Ningún sector empezó agosto en alza.
MÁS AFECTADAS
Las empresas productoras de materias primas -- tales como la celulosa, minerales y acero -- están en el grupo de las acciones más afectadas, según un análisis realizado por la Economática a petición de Folha.
Como los precios de sus productos se hacen en el mercado externo, la caída en el crecimiento económico global significa menores ingresos.
Afectado por la caída del petróleo durante la semana, el sector del crudo y gas lideró las ventas en el periodo, con devaluación de 14% -- solamente Petrobras cayó 13%, muy por encima del Ibovespa (-9,9%).
La alta dependencia del crédito de estas empresas también pesó. A parte de Petrobras, el sector está compuesto por compañías que todavía no tienen una actividad operacional, como la HRT y la OGX, y que necesitan de financiación para iniciar las actividades.
"Empresas sin flujo de caja son más arriesgadas aún", dice Hersz Ferman, economista de la Yield Capital.
También las distribuidoras de materias primas, las empresas del sector de papel y celulosa observaron retroceder sus acciones 13% durante la semana. "Entre las commodities, la celulosa es la que ha demostrado menos signos de recuperación."
Entre las compañías vueltas hacia el mercado interno, sectores más dependientes del crédito, tal como la construcción civil (-11%) y electroelectrónicos (-13%), estuvieron en el centro del objetivo de las ventas.
Sin embargo, nadie se salvó. Ni siquiera el segmento de los softwares, beneficiado por la nueva política industrial, fue protegido y cayó 2%.
Sin embargo, nadie se salvó. Ni siquiera el segmento de los softwares, beneficiado por la nueva política industrial, fue protegido y cayó 2%.
Cabe destacar que este sector estuvo en el grupo de los menos impactados, al lado de los sectores de ingresos más dependientes del mercado interno, como los del comercio (-7%), telecomunicaciones (-7%) y energía (-5%).
"El traslado a los sectores defensivos, tales como energía y telecomunicaciones, siempre ocurre con un aumento de incertidumbre y crisis", afirma Nicholas Barbarisi, director de operaciones de Hera Investimentos.
Traducción de ARTURO RIVAS
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