martes, 6 de septiembre de 2011

Se profundiza el temor por la crisis mundial y el faltante de dólares pasa a ser el “gran problema” para la Argentina

El país enfrenta la incertidumbre de las principales economías. El real se devaluó 4% en una semana y automotrices como VW, Ford y GM frenaron su producción en Brasil. Se prevé que en 2011 la demanda de billetes verdes duplicará la oferta del saldo comercial. ¿Qué "semáforo" debe mirarse?


Cada vez hay menos dudas. El mundo se encamina, sin prisa y sin pausa, a una nueva gran crisis.
Y el devenir de los próximos meses resulta tan temible como incierto.
Los miedos se agigantan porque son los propios funcionarios y analistas de renombre en el mundo financiero los que "no se callan nada" y, día por medio, se despachan con frases que meten más miedo a los inversores.
Basta hacer un repaso de algunas de ellas:

Y al escuchar estas expresiones (como las de Lagarde de este fin de semana previo) reaccionan en consecuencia. 

Así, en otro "lunes negro", los mercados acusaron un nuevo impacto: Alemania cayó un 5,2%, París un 4,73%, España un 4,7% y Londres un 3,58%. En la región, el Merval descendió un 3% y la bolsa de San Paulo un 2,3 por ciento.


La tormenta perfecta¿Por qué funcionarios y analistas arrojan frases de ese tenor? Sencillamente porque ven que, pese a todos los esfuerzos, a las multimillonarias emisiones de dinero, a los monumentales salvatajes para rescatar a países del abismo, a las bajas tasas de interés para impulsar consumo y créditos... el motor de la economía global no arranca.

A ello se suma "la falta de un liderazgo político", tal como subrayó el experto Carlos Olivieri. Algo así como un "estadista" que diga qué medidas de fondo deben tomarse.
Para saber por qué los inversores se espantan, como sucedió este lunes, y van en busca de refugio en activos seguros, basta describir el actual contexto:

1. Los datos de empleo en Estados Unidos muestran que no se han generado puestos de trabajo suficientes en los últimos once meses.
2. Angela Merkel, que lleva las riendas de la locomotora alemana (y europea) y es la que persiste en apoyar el rescate a otros países (como Grecia) sufrió una durísima derrota en una elección regional. Los alemanes le dijeron en las urnas que están cansados de pagar, con sus impuestos, los platos rotos de otras economías.
3. Estados Unidos ahora demandó a los grandes bancos. Los acusa de haber "timbeado" con la crisis subprime y de ocultar información. Esto incluye a entidades de la talla de JP Morgan, Bank of America, Goldman Sachs, Deutsche Bank, RBS, entre otras instituciones de peso.
4. Grecia reconoció que no va a poder cumplir con los "deberes" que le asignaron al prestarle dinero y que no alcanzará el objetivo de reducir su rojo fiscal. En otras palabras, mostró que el ajuste no le funciona.
5. Las declaraciones de la propia titular del FMI, Christine Lagarde, que fue leída por los inversores como un "palo" para la canciller alemana, Angela Merkel, al criticarla por aplicar un programa de austeridad extremo, en vez de plantear medidas para "fomentar el crecimiento".
6. Pero además sentenció: "El crédito aún está estancado y la desconfianza traspasa a los mercados financieros y ya impacta en la economía real".
Con todo este "mar de fondo", las olas que sacuden al mundo preanuncian la llegada de un temporal financiero de proporciones.
Más aun, los mercados sienten que la suerte de Grecia ya está echada y ahora concentran su preocupación en España e Italia. En particular sobre este último que, según Luis Garicano, analista del London School of Economics, "parece un país sin rumbo".
En Estados Unidos la situación no es mucho mejor. El desempleo no baja y hasta el propio titular de la FED, Ben Bernanke, se sinceró días atrás: "El verdadero problema a enfrentar es el ´extraordinariamente alto´ nivel de desempleo".
La Argentina no está blindada
"No entiendo a aquellos que dicen que la crisis mundial no afectará al país. Como si Argentina no fuese parte del mundo o no le vendiese sus productos a otras naciones".
Esa frase corresponde a Mario Blejer, ex presidente del Banco Central de la República Argentina. Y su vaticinio es tan simple como contundente.
Blejer remarcó que "hay una muy fuerte inestabilidad e incertidumbre mundial. El impacto surgirá a partir de una menor demanda de países como Brasil o China. Van a crecer menos y entonces la Argentina también tendrá menores perspectivas de crecimiento porque nos van a comprar menos".
Sus palabras coinciden con los dichos del experto en cuestiones internacionales, Luis Palma Cané, que enfatizó que "si el mundo entra en recesión el país sufrirá una caída en el volumen de exportaciones".
En la misma línea, el analista Juan Carlos de Pablo remarcó que "la Argentina no está blindada contra la crisis".
La "ola verde" terminóUna de las cuestiones que preocupa sobremanera a los analistas y al Gobierno es cómo hacer frente a una demanda de dólares en alza, que amenaza con meter una presión creciente en la plaza cambiaria.
Sucede que, a contramano de lo que ocurrió en la región, la Argentina no pudo aprovechar la "época de vacas gordas" para acumular billetes verdes en sus arcas.
En efecto, en otros momentos, cuando los capitales invadían la zona, muchos países aprovecharon para incrementar sus niveles de reservas, en una especie de "blindaje" para enfrentar los avatares de la crisis global.
Así, por ejemplo, en el último año, Chile las incrementó nada menos que un 46%, Brasil un 34% y hasta el mismo Uruguay engordó sus arcas un 36 por ciento.
Argentina, en cambio, no sólo no logró sumar dólares a su cartera sino que redujo levemente sus tenencias.
El siguiente cuadro es más que elocuente:

Ahora, en épocas de "vacas flacas", debe enfrentar el "flight to quality" (vuelo a la calidad) característico de toda crisis global.
Y la visión de los analistas es que el mercado cambiario local estará sometido a mayores presiones.
Esto, sumado a una serie de cuestiones internas que hacen que la demanda de billetes verdes se intensifique. Para saber las 10 razones que hacen que la divisa estadounidense haya subido significativamente en estos, haga clic aquí.
El semáforos que hay que mirar
Hay tres luces indicadoras que deben mirarse a la hora de saber cuánto, en dónde y cómo impactará este nuevo contexto internacional.
1. Luz verde (por ahora): las materias primas
Por el momento, para los expertos el futuro de las materias primas agrícolas que vende la Argentina al mundo aún no exhibe grandes fisuras.
En diálogo con iProfesional.com, el economista Pablo Rojo destacó que "las proyecciones, dentro de todo, son positivas. Por el momento no se prevé que pueda haber un desplome. Los stocks en el mundo están muy bajos, la cosecha de EE.UU. viene mal por cuestiones climáticas y en Asia la demanda sigue siendo robusta".
Este martes, Carlos Pouillier, especialista en mercados agropecuarios del área de Investigación y Desarrollo de CREA, una de las entidades técnicas de mayor prestigio del sector, coincidió en que la demanda asiática por ahora empuja.
2. Luz amarilla: Brasil, su menor crecimiento y el real
Brasil plantea fuertes interrogantes para los próximos meses.
Dos cuestiones son las que ponen en alerta tanto al Gobierno como a los empresarios argentinos.
Una tiene que ver con su menor crecimiento. En este sentido, el primer impacto, tal como anticipara iProfesional.com, ya se hace sentir en un sector clave, que explica el 50% del crecimiento de la industria argentina: el automotriz.
En efecto, ante la acumulación de inventarios Ford y Volkswagen informaron que paralizarán en el país vecino algunas de sus operaciones durante septiembre y octubre.
En tanto, General Motors concedió dos semanas de vacaciones a 300 operarios de una de sus plantas de San Pablo para reducir su producción y así adecuarla a la demanda del mercado.
Claro está que si producirán menos en Brasil es de esperar que le compren menos vehículos al país.
Y esto marca una gran preocupación a nivel local, habida cuenta de que adquiere cada año cerca de medio millón de autos albicelestes.
El otro punto es el futuro del real, y el miedo que genera el "fantasma" de una devaluación, lo que complicaría las ventas argentinas a ese destino.
La tendencia sobre el camino que está recorriendo la divisa ya de por sí preocupa. Es que en apenas una semana se abarató casi un 4% frente al dólar y alcanzó el valor más bajo en 5 meses.
Venía de estar a 1,53 (julio) y ahora ya cotiza en valores cercanos a 1,65.
¿Hay margen?. Aún sí. Según expertos la "delgada línea roja" que pondría en problemas a la Argentina, sería la de una relación de 2 reales por dólar.
"La tasa todavía está alta. Sin embargo, la realidad es que, con que baje un poco la moneda, o incluso si se mantiene, a los empresarios argentinos ya los complica", destacó Jorge Vasconcelos del IERAL.
De Pablo, más categórico, señaló: "No caigamos en la fantasía de que Dilma Rousseff llamará a Cristina Kirchner por teléfono para avisarle que va a devaluar. Cuando Brasil necesite tomar alguna medida, lo hará sin previo aviso".
Por su parte, Gaston Rossi, de la consultora LCG, liderada por Martin Lousteau, apuntó que "la Argentina no gozará de un real híper-apreciado como el que tuvo hasta hace muy poco tiempo".

3. Luz roja: la demanda de dólares supera la oferta
Es uno de los frentes de tormenta más importantes para el Gobierno K y muy sensible para los argentinos.
Para graficarlo, sería como dos trenes que vienen de frente: por un lado la demanda de dólares crece y, por otro, la oferta se reduce.
A punto tal que en este 2011 el requerimiento de divisas por parte de particulares y empresas duplicará la cantidad de billetes que genera el país (exportaciones menos importaciones).
En efecto, la fuga de capitales para 2011 será de unos u$s19.000 millones, casi 70% más que el año pasado.
Cabe recordar que, en los primeros ocho meses se "evaporaron" unos u$s15.000 millones.
Por otro lado, según proyecciones del Banco Ciudad, el saldo comercial apenas aportará unos u$s9.000 millones, un 20% menos que en 2010.
Este faltante estimado, de unos u$s11.000 millones, puede agravarse si el panorama mundial se complica y el mundo entra en recesión.
El superávit comercial se ha venido achicando "y ya es insuficiente para cubrir la fuga de capitales, que en el último período ha comenzado a financiarse también a costa de las reservas del Banco Central", alertaron desde el IERAL.
"Si la salida de divisas quedara instalada en torno a los elevados valores actuales, la política del Gobierno se verá condicionada. En algún momento, tendría que hacer algo, como por ejemplo, reforzar los controles y -en el extremo- "prohibir" las compras de dólares en el mercado cambiario formal", señalaron de manera categórica desde M&S, la consultora dirigida por Carlos Melconian.
Además afirmaron: "La Argentina tiene con el mundo dos canales básicos de conexión. Uno es el financiero, por donde impactan las caídas de las bolsas, la aversión al riesgo de los inversores y el "flight to quality". El otro es el productivo, por el que "entran al país" los precios de las materias primas y el volumen del comercio mundial".

"Por el canal financiero, el impacto más relevante sería que las turbulencias internacionales echen más leña al fuego a la salida de capitales. Hoy es el punto coyuntural más álgido para la Argentina ya que desde mayo pasado la fuga se ubica por mes en más de u$s 2.000 millones".

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