La crisis de la deuda soberana en la zona euro puede convertirse en una carga insoportable incluso para el Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin perjuicio de su saldo la entidad es capaz de proporcionar a los países con problemas hasta 390.000 millones de dólares, pero un escenario negativo podría elevar esta suma a los 840.000 millones de dólares.
Además, el FMI está tratando de amortiguar los temores acerca de los bancos europeos debido al creciente déficit. El Fondo considera que los riesgos para la estabilidad financiera en la zona euro se incrementarán significativamente. Por lo tanto, la crisis de la deuda en Europa es una amenaza para la economía global. No se descarta que el número de países que tienen necesidad de apoyo del FMI aumente y sus recursos podrían llegar a ser insuficientes.
El Consejo de Administración del FMI abrió acceso a un crédito para Portugal por un monto de alrededor de 3.980 millones de euros. Como resultado, la cantidad total de ayuda financiera que ya ha recibido Lisboa es de 10.430 millones de dólares. El programa financiero de rescate de Portugal de tres años por parte del FMI y la UE está estimado en 78.000 millones de euros.
Portugal se convirtió en el tercer país de la zona euro que ha recibido asistencia crediticia de la UE y el FMI. Pero todo evidencia que no es el último y la intervención del Fondo será necesaria también en el futuro. Mientras tanto Italia, que experimenta dificultades económicas, está negociando con China Investment Corp. y ofrece a los chinos comprar una cantidad significativa de los bonos del Estado italiano e invertir en empresas estratégicas.
China ahora es propietaria de aproximadamente el 4% de la deuda italiana, que es de 1.900 millones de euros.
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