Mientras las autoridades colombianas reciben con alborozo la reciente firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Colombia y EE. UU., los empresarios del país latinoamericano están preocupados por su eficacia y han dado la voz de alarma diciendo que este acuerdo tiene un lado oscuro muy peligroso.
Los tratados de comercio con Corea del Sur, Panamá y Colombia aprobados por el Congreso estadounidense a mediados de octubre tienen como objetivo aumentar las exportaciones estadounidenses en 13.000 millones de dólares y ayudar a crear puestos de trabajo adicionales.
Bogotá ha mantenido firme durante años la implementación del tratado. "Esta es una oportunidad de oro para Colombia que nos ayudará a consolidar el aparato productivo nacional, y a atraer inversión para el país", dijo en un comunicado el ministro de Comercio e Industria del país, Sergio Díaz-Granados.
Sin embargo, surgen opiniones de que además de posibles beneficios esta acta podría causar la dependencia económica, cierre de pequeños negocios y un serio impacto en sector agrícola.
Así, el analista económico Alejandro Gaviria cree que sellando tales pactos con países sudamericanos EE. UU., que "tiene intereses coyunturales", quiere reanimar sus cuentas deterioradas por la crisis.
"Yo creo que [EE. UU.] trata de firmarse el tratado también en un momento de dificultades económicas sobre todo para favorecer a algunos intereses industriales y agrícolas, específicos en EE. UU. Pero yo veo este tratado también en medio de lo que está ocurriendo con la economía de Estados Unidos donde uno ve que las posibilidades de políticas activas son muy pocas. La política monetaria ya agotó lo que podía ser, el plan de empleo de Obama no ha pasado. (…) Este tratado fue lo poco que se pudo hacer en medio de una parálisis que hay para tomar medidas económicas en EE. UU. para lograr reactivar algo su economía", comentó a RTel experto.
Fuente: rt.com
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