Publicado: 08 jun 2011
La desintegración de la zona euro, el encarecimiento del petróleo hasta los 150 dólares, el crack de la economía china, nuevos disturbios políticos en Oriente Medio: ¿cuáles son las esperanzas y temores de los inversores?
El centro de investigación Economist Intelligence Unit (EIU) efectuó un estudio entre 800 inversores institucionales y altos ejecutivos de compañías que expresaron sus opiniones acerca del futuro de la economía global. En particular contestaron a la pregunta “¿Cuál es el escenario económico más probable y comó afectará a sus carteras de inversión?”
Las principales conclusiones del informe son las siguientes:
Los encuestados destacaron 24 posibles trayectorias de la economía mundial y marcaron el nivel del peligro que representa para el funcionamiento de la comunidad internacional.
La lista de los inversores institucionales y los altos ejecutivos de las compañías puede ser dividida en dos zonas: la zona de alta probabilidad y la de baja probabilidad con diversos grados de influencia según orden decreciente.
La continuación de los desórdenes en Oriente Medio figura como el acontecimiento en el mundo que con mayor probablidad repercutirá negativamente en el estado financiero de los países.
El impacto revolucionario de las redes sociales en la vida política y económica se posiciona como número “dos” en el ranking de los inversionistas que lo califican de un fenómeno positivo.
El agravamiento de la crisis de las pensiones en los países desarrollados, lo que tendrá un impacto excesivamente negativo en la economía mundial.
La alta inflación favorecerá el endurecimiento de la política monetaria en los mercados emergentes, lo que se percibe como un hecho negativo.
La extensión de conmociones sociales causadas por el aumento de los precios de los alimentos y las mercancías, lo que tampoco contribuirá a consolidar la estabilidad económica mundial.
El precio del petróleo alcanzará los 150 dólares por barril, lo que entraña ciertos riesgos para la recuperación de la economía mundial y que a largo plazo repercutirán en diversos sectores.
Las fricciones en torno a la manipulación de los tipos de cambio conducirán a un mayor proteccionismo, lo que supondrá el aumento de trabas en el comercio global.
El cese de pagos de la deuda soberana en la zona euro puede agudizar la crisis económica.
Los Gobiernos venderán los activos restantes en el sector financiero, lo que se contempla como algo positivo.
Las nuevas regulaciones financieras se traducirán en una fuerte caída de la rentabilidad de los bancos, lo que tendrá un efecto perjudicial sobre la economía mundial.
El auge de las tecnologías limpias.
Los problemas en el sector bancario conducirán a la continua nacionalización.
La inmersión de la economía mundial en una doble recesión.
La inestabilidad política en China.
Las economías desarrolladas entran en una espiral deflacionaria, y en una caída generalizada del precios de bienes y servicios en respuesta al descenso de la demanda.
La industria inmobiliaria en EE.UU. se recupera.
El crecimiento del PIB mundial en un 5% o más en 2011, lo que contrasta con la opinion del Banco Mundial, que predijo que la economía mundial crecerá un 3,2 %.
El Gobierno chino se compromete a reforzar de modo sustancial la moneda del país, lo que es poco probable ya que la medida perjudicaría al negocio y a las inversiones en el gigante asiático.
La formación de un estándar mundial de contabilidad financiera.
La conslusión del la Ronda de Doha de negociaciones de la OMC que data de 2001 y que tuvo como propósito principal elaborar una estrategia de revitalización de los países en desarrollo en el comercio mundial.
El colapso de la zona euro.
La aprobación del acuerdo de sustitución del Protocolo de Kyoto.
La aprobación de la resolución del problema “Demasiado grande para quebrar” (Too big to fail) cuya esencia es prevenir el colapso de las instituciones principales por todos los medios ya que en caso de la quiebra hundirá la economía mundial.
El crack de la economía china, que es la opción menos probable.
Los mercados emergentes ofrecen las mejores perspectivas
Según los encuestados, los mercados emergentes seguirán ofreciendo las mejores perspectivas de crecimiento económico y el aumento de los precios de activos. Brasil, la India y China encabezan la lista de los países con mejores posibilidades.
Al mismo tiempo, algunos inversionistas se muestran inquietos ante un sobrecalentamiento y en este contexto las expectativas están sobreestimadas.
El crecimiento continuará pero a un ritmo más lento
Los inversionistas comparten la opinión de que la recuperación económica mundial va a continuar, pero existe desacuerdo sobre el ritmo de la progresión. Menos de una cuarta parte cree que la recuperación cobrará impulso en los próximos 12 meses, pero casi la mitad dice que el ritmo se ralentizará durante ese periodo.
Las divergencias reflejan las preocupaciones sobre los 'shocks' más recientes, como la inestabilidad política en Oriente Medio, el terremoto en Japón, así como los temores sobre la creciente inflación, especialmente en los mercados emergentes.
Las materias primas: más perspectivas que riesgo
Las materias primas se consideran como los que ofrecen las mejores oportunidades para el aumento de la inversión en los próximos 12 meses. Las industrias relacionadas con la producción de las materias primas, como el petróleo y el gas, la agricultura, la industria agropecuaria, la minería y los metales son también los sectores con el mejor potencial. Pero de nuevo se cierne sobre ellos la amenaza del sobrecalentamiento que podría llevar a la formación de una nueva burbuja.
Abundan las preocupaciones sobre la zona euro
La mayoría de los inversores señalan que el impago de la zona euro parece cada vez más probable, aunque pocos esperan que conlleve la desintegración de la unión monetaria.
Desafíos para la recuperación global
La falta de confianza en la adopción de decisiones multilaterales figura como uno de los obstáculos principales para la conclusión de la Ronda de Doha, así como la sustitución del Protocolo de Kyoto o la solución a nivel mundial “Demasiado grande para quebrar” (Too big to fail), en particular en la esfera de los bancos
Articulo completo en: http://actualidad.rt.com/economia/global/issue_25245.html
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