El mejor profesional es el que tiene la humildad de aceptar sus errores para poder corregirlos. En el caso de las inversiones sucede lo mismo.
Los gurúes, que se hicieron conocidos por haber ganado miles de millones de dólares con sus operaciones bursátiles, también cometieron errores que les significaron pérdidas gigantescas.
Este es el caso de John Paulson, el administrador de fondos de inversión que obtuvo varios millones de dólares al apostar en contra del sector inmobiliario de los Estados Unidos entre 2007 y 2008.
Su sobreinversión en papeles de entidades financieras (como Citigroup y Bank of America)y su gran tenencia de oro en 2011 le reportaron pérdidas de un 50% a su fondo de inversión.
Este pésimo resultado y una decisión errónea lo llevaron a vender gran parte de sus participaciones en los principales bancos de su país, a finales de 2011.
Lo trascendente de la noticia es que quedó al margen del extraordinario repunte que experimentaron las acciones de Bank of America y Citigroup que, desde su venta, subieron 45% y 24%, respectivamente, en lo que va del 2012.
Pero no sólo vendió esos papeles, también se desprendió de gran parte de su tenencia en Wells Fargo, Capital One y SunTrust.
El fondo insignia de Paulson, que irónicamente se llama Recovery Fund (Fondo de Recuperación), viene de capa caída, pues no sólo perdió la mitad de su valor el año pasado, sino que tampoco ha sido capaz de obtener beneficios en el reciente ciclo ascendente de los mercados neoyorkinos respaldado, precisamente, por los papeles bancarios.
Su primera compra de acciones de Bank of America, que había sido su mayor apuesta en la banca, fue hace dos años y medio, acumulando una participación de 2.200 millones de dólares. En esa oportunidad pagó un promedio de 13 dólares por acción.
Inicialmente, los analistas coincidieron en afirmar que la venta de esa tenencia parecía una buena decisión, pero para el momento en que Paulson la concretó, la cotización había llegado a un mínimo de poco menos de 5 dólares por acción.
Y todo parece indicar que la larga sombra del pésimo 2011 lo sigue acechando a Paulson.
En su momento, su determinación se basó en datos que surgían del propio mercado, en particular la permanencia de tasas de interés en niveles cercanos a cero, gran cantidad depréstamos incobrables y la presencia de bonos de bancos europeos en su activo, fuertemente expuestos al devenir de la deuda griega.
Estos eran algunos de los ingredientes que hacían presumir un bajo nivel de rentabilidad futura que, naturalmente, hacía poco interesante a la acción.
Es por ello que tenía sentido ser escéptico ante un hipotético repunte de las acciones bancarias. Pero, con el correr de los días, la opinión comenzó a cambiar. Tal es así que días atrás, el analista de Bernstein Research, John McDonald, elevó su recomendación sobre las acciones de Bank of America por su desempeño similar al mercado.
"Creo que las cosas están mejorando en el banco, y también en otras acciones bancarias", sostuvo McDonald.
Los analistas que siguen de cerca la evolución del fondo liderado por Paulson se preguntan si ha perdido la fe en sus apuestas en Bank of America y Citi, o si simplemente se vio obligado a salir.
En tal sentido, fuentes del mercado consideran que muchos fondos de inversión similares al que administra, también se retiraron del mercado luego de sufrir caídas durante cuatro meses seguidos.
Eso es lo que sucedió en verano y principios del otoño boreal pasado. El resultado fue que la mayoría de ellos no aprovechó el repunte final de las acciones del 2011 y el 60% terminó perdiendo dinero en ese período.
De esta forma, fue uno de los peores años para esta industria en su historia reciente.
Es más, los últimos fracasos de Paulson podrían ser otro signo de que la era de grandes ganancias estaría llegando a su fin.
Lo trascendente de la noticia es que quedó al margen del extraordinario repunte que experimentaron las acciones de Bank of America y Citigroup que, desde su venta, subieron 45% y 24%, respectivamente, en lo que va del 2012.
Pero no sólo vendió esos papeles, también se desprendió de gran parte de su tenencia en Wells Fargo, Capital One y SunTrust.
El fondo insignia de Paulson, que irónicamente se llama Recovery Fund (Fondo de Recuperación), viene de capa caída, pues no sólo perdió la mitad de su valor el año pasado, sino que tampoco ha sido capaz de obtener beneficios en el reciente ciclo ascendente de los mercados neoyorkinos respaldado, precisamente, por los papeles bancarios.
Su primera compra de acciones de Bank of America, que había sido su mayor apuesta en la banca, fue hace dos años y medio, acumulando una participación de 2.200 millones de dólares. En esa oportunidad pagó un promedio de 13 dólares por acción.
Inicialmente, los analistas coincidieron en afirmar que la venta de esa tenencia parecía una buena decisión, pero para el momento en que Paulson la concretó, la cotización había llegado a un mínimo de poco menos de 5 dólares por acción.
Y todo parece indicar que la larga sombra del pésimo 2011 lo sigue acechando a Paulson.
En su momento, su determinación se basó en datos que surgían del propio mercado, en particular la permanencia de tasas de interés en niveles cercanos a cero, gran cantidad depréstamos incobrables y la presencia de bonos de bancos europeos en su activo, fuertemente expuestos al devenir de la deuda griega.
Estos eran algunos de los ingredientes que hacían presumir un bajo nivel de rentabilidad futura que, naturalmente, hacía poco interesante a la acción.
Es por ello que tenía sentido ser escéptico ante un hipotético repunte de las acciones bancarias. Pero, con el correr de los días, la opinión comenzó a cambiar. Tal es así que días atrás, el analista de Bernstein Research, John McDonald, elevó su recomendación sobre las acciones de Bank of America por su desempeño similar al mercado.
"Creo que las cosas están mejorando en el banco, y también en otras acciones bancarias", sostuvo McDonald.
Los analistas que siguen de cerca la evolución del fondo liderado por Paulson se preguntan si ha perdido la fe en sus apuestas en Bank of America y Citi, o si simplemente se vio obligado a salir.
En tal sentido, fuentes del mercado consideran que muchos fondos de inversión similares al que administra, también se retiraron del mercado luego de sufrir caídas durante cuatro meses seguidos.
Eso es lo que sucedió en verano y principios del otoño boreal pasado. El resultado fue que la mayoría de ellos no aprovechó el repunte final de las acciones del 2011 y el 60% terminó perdiendo dinero en ese período.
De esta forma, fue uno de los peores años para esta industria en su historia reciente.
Es más, los últimos fracasos de Paulson podrían ser otro signo de que la era de grandes ganancias estaría llegando a su fin.
En qué invierten los otros grandes
Más allá de sus errores de diagnóstico y el de otros colegas suyos, los inversores más grandes del mundo están depositando su confianza en las grandes compañías tecnológicas de Estados Unidos.
Más allá de sus errores de diagnóstico y el de otros colegas suyos, los inversores más grandes del mundo están depositando su confianza en las grandes compañías tecnológicas de Estados Unidos.
Según datos de la SEC, la comisión de valores de ese país, los fondos de inversión y otros muchos capitalistas buscaron nuevas oportunidades en ese rubro, en particular durante el último trimestre del año pasado.
Así por ejemplo, Berkshire Hathaway, la firma de inversiones liderada por Warren Buffett, informó que vendió acciones de Exxon Mobil y compró IBM e Intel. Pero no solo se conformó con ello, sino que también se volcó a papeles como DirectTV, Verisk Analytics y Visa.
Pero Buffett no es el único que confió en este segmento. El fondo George Soros Management también ha aumentado su posición en empresas tecnológicas.
De esta manera, se reposicionó en Google y Yahoo, a costa de disminuir, en parte, su presencia en el gigante Apple, lo cual fue interpretado como una decisión poco acertada.
Ello se debe a que en lo que transcurrió del 2012 las acciones de la compañía de Cupertino se han revalorizado un 30%, lo que la llevó a cotizar en máximos históricos de más de 520 dólares.
Menos acertada parece aún la decisión de Soros, si se mira la variación de los dos buscadores de Internet en 2012: Google acumula una caída del 5,57%, mientras que Yahoo retrocedió un 5,3 por ciento.
Su salida de la "manzanita" fue cubierta por otro gigante de las inversiones, David Tapper, quien a través de su fondo sextuplicó su participación en la compañía. Además, tiene una gran confianza en Oracle.
Finalmente, para desdicha de los inversores del fondo de Paulson, éste tampoco creyó en el segmento tecnológico, por lo que decidió retirarse del mismo después de las pérdidas que sufrió el año pasado con Hewlett-Packard. De la lectura de los diarios especializados surge que, en lo que va del año, ya se revalorizó más del 14%. Como se comprobó, los gurúes no poseen la "esfera de cristal" sobre el futuro de los negocios.
Finalmente, para desdicha de los inversores del fondo de Paulson, éste tampoco creyó en el segmento tecnológico, por lo que decidió retirarse del mismo después de las pérdidas que sufrió el año pasado con Hewlett-Packard. De la lectura de los diarios especializados surge que, en lo que va del año, ya se revalorizó más del 14%. Como se comprobó, los gurúes no poseen la "esfera de cristal" sobre el futuro de los negocios.
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