viernes, 2 de marzo de 2012

Los cuatro ases de las inversiones globales

A todos nos gustaría poder jugar como lo hacen los grandes sabios. Las estrategias de cuatro referentes del mercado que han hecho montañas de dólares siguiendo sus ideales.





Cuatro hombres diferentes, con cuatro realidades diferentes, con cuatro planes diferentes, pero una misma ambición: pelear en las grandes ligas de los mayores inversores del mundo. Jim Rogers, John Paulson, Warren Buffet y Carlos Slim han dejado claro que existen muchos caminos que llevan a un mismo destino.



A continuación, un repaso por cuatro grandes estrellas financieras.


Jim Rogers, señor commodity
Ya sabrá muchas cosas sobre Jim Rogers. Que creció financieramente al lado de George Soros o que es un aventurero que dio la vuelta al mundo junto a su esposa en un Mercedes Benz adaptado para la proeza. Pero también, que es un apasionado por los commodities, a los que considera tal vez el mejor vehículo de inversión.
Rogers compra activos como algodón o azúcar porque considera que sus precios están bastante estables y espera que estos crezcan en el largo plazo. Su perspectiva de inversión se basa principalmente en mirar los precios en función de la sinergia de la oferta y la demanda, ya que como dice en su blog, “en el mundo real, los precios reales son los que brindan la verdadera oferta que hay en el mercado”. En pocas palabras, es un hombre que apoya un régimen con los pies puestos en la tierra. Si se pide por algo hoy, le ponemos un precio hoy y lo compramos y lo vendemos hoy. Sin vueltas.

John Paulson, Goldfinger
De los cuatro gurúes de esta nota, el único más aventajado desde la partida fue Paulson. Su padre era CEO de Rudder Finn, un gigante de las relaciones públicas, por lo que desde pequeño tuvo contacto con el mundo de los negocios a escala mayor.
Paulson es un hombre cuya principal estrategia de inversión fue ser contrario al mercado y ver las bajas y subas de determinados activos en momentos bisagra. Su fortuna multimillonaria la hizo apostando a la baja a los títulos de hipotecas luego de pronosticar que se venía el estallido de la burbuja inmobiliaria, que derivó en la crisis subprime. Luego de sacar US$ 3.500 millones por este movimiento, derivó parte del capital a la compra de acciones de bancos estadounidenses pensando en la recuperación del sistema financiero en 2009 a la salida de la crisis, donde hizo otro tanto.

Warren Buffet, el Mago
No podía faltar. Se trata tal vez del más querido y carismático gurú de las inversiones del mundo y el segundo hombre más rico del mundo. Para Warren Buffett, la clave está en comprar acciones de reconocidas empresas a buenos precios y, aún cuando por un período el precio de ellas esté cayendo, retenerlas por el máximo de tiempo posible. “Si no puede ver caer un 50% de su inversión sin pánico, no invierta en el mercado de valores”, dice impávido el CEO de Berkshire Hathaway, su firma de inversión.
La filosofía de inversión de Buffet se centra en adquirir buenos negocios  a largo plazo, mediante la compra de compañías que presentan una ventaja competitiva estable, duradera en el tiempo y a futuro, con excelentes resultados a nivel operativo de manera continuada; negocios que sean fácilmente entendibles y analizables (y que él conozca muy bien, lo que él llama su “círculo de competencia”), que cuenten con un equipo de dirección y management excepcional (integridad, inteligencia y energía) y que dichas acciones coticen a un precio atractivo, inferior o con un “margen de seguridad” respecto a su “valor intrínseco” o precio objetivo. Aunque no descarta también comprar acciones de empresas pagando un costo premium si una buena empresa promete mejorar.

Carlos Slim, power mexicano
Quien hoy es el hombre más rico del mundo es el magnate mexicano Carlos Slim. “Mi padre solía decir que el dinero que sale de una compañía se evapora. Creo que la clave está en el trabajo y reinversión; inversión y reinversión”, ha dicho el multimillonario, trazando parte de su estrategia de inversión. Es de esta manera que Carlos Slim aprendió que tener un buen negocio no es suficiente y lo único que se necesita para ser millonario. Para él, es fundamental saber invertir el dinero. “Cualquiera que no está invirtiendo en este momento se está perdiendo de una tremenda oportunidad”, dice.
En este sentido, el ABC de las finanzas para el dueño de una de las empresas de telefonía móvil más grandes es diversificar la cartera. El portafolio de Slim tiene acciones de real estate, hoteles, bancos,  tabaquerías y hasta de periódicos.



Fuente: igdigital.com

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