lunes, 21 de enero de 2013

Alemania anticipa el nuevo colapso mundial


Mientras muchos analistas y economistas hablan sobre la eventual “guerra de monedas” del siglo XXI, algunos jugadores estratégicos evitan las palabras y ejecutan acciones concretas antes de verse sorprendidos por el nuevo escenario global que está por venir. ¿Usted quiere imitarlos o se quedará esperando el desenvolvimiento de los acontecimientos?



“¿A quién pertenece todo este oro?”, pregunté en mi reciente visita guiada a la Reserva Federal de Nueva York en diciembre último.
“Por razones de seguridad no podemos revelar esa información, pero el 98% de lo que tenemos aquí pertenece a instituciones extranjeras”, respondió muy amablemente la guía.
Esta semana, parte de mi duda fue resuelta. Pero más que mi simple inquietud, la respuesta esconde un evento que pronto tomará lugar y tendrá consecuencias directas sobre nuestras inversiones.
Frecuentemente hacemos referencias sobre el efecto económico negativo que generarán los estímulos monetarios aplicados alrededor del mundo. Si bien establecer el momento exacto de cuándo ocurrirá esto es algo difícil, le puedo anticipar que estamos cada vez más cerca.
Y existen países que ya están tomando acciones concretas al respecto…
El primero de ellos es China. En un reciente newsletter denominado ¿China sabe algo que el resto de los países ignora?, les anticipé cómo el gigante asiático se preparaba para enfrentar un escenario de mayor incertidumbre.
Es que, por primera vez en muchos años, el Banco Popular de ese país no acumuló deuda del Tesoro estadounidense entre sus reservas internacionales. Y no sólo eso, sino que sus tenencias de esa deuda disminuyeron, lo que implica que China está comenzando a desconfiar de Estados Unidos.
Esa desconfianza tiene una justificación explícita y concreta. Mientras la Fed continúa con su festival de emisión de dólares, el déficit fiscal del país del norte ya representa 10% del PBI y su deuda es equivalente a todo el Producto Bruto Interno.
Alerta 1: El dólar puede explotar en cualquier momento y perder mucho su valor.
Esta semana se conoció un nuevo paso de otro gigante: Alemania. El país teutón repatriará 674 toneladas de oro. De ese monto, 374 toneladas estaban depositadas en el Banco Central de Francia, mientras que las 300 restantes representan el 8% de lo que Alemania tiene depositado en la Reserva Federal de Nueva York. 
De más está decir que este movimiento llamó la atención de todos los inversores, que ven un trasfondo un tanto extraño…
Consultado por la estrategia, Carl-Ludwig Thiele, miembro de la mesa directiva del Bundesbank, señaló: “Es para crear más confianza, no es porque vislumbramos una nueva crisis global”.
¿Y si efectivamente producen el efecto contrario?
Quizás estamos en presencia de un torpe error estratégico. Mientras que Alemania fue considerada como la herramienta compensatoria para lograr la estabilidad de la crisis europea durante los tres últimos años, podríamos estar en presencia del proceso opuesto.
Si efectivamente los planes de estímulo monetario que llevó a cabo el Banco Central Europeo están dando los resultados buscados, ¿por qué Alemania avanza en una estrategia de generación de mayor confianza? ¿No deberían confiar los europeos en su autoridad monetaria?
Creo que el movimiento responde más a una estrategia defensiva que a otra cosa. Quizás el que oculte información valiosa esta vez sea Alemania.
A juzgar por las recientes variables macroeconómicas del Viejo Continente, la crisis está lejos de ser controlada, más allá del respiro que están dando los mercados bursátiles.
Y es que mientras los países más comprometidos continúan ajustando gastos, subiendo impuestos y espiralizando su crisis, Alemania comienza a mostrar deficiencias en su engranaje económico. Ésas no son buenas noticias para la Unión Europea como bloque económico.
Alerta 2: El euro también podría estar bajo presión pronto y sufrir una corrida sin precedentes.
¿QUÉ HACER DE AQUÍ EN ADELANTE?
Prepárense para un pronto rally de los metales preciosos, liderados por el oro y la plata.
Técnicamente, estos metales han quebrado resistencias importantes y buscarán prontamente nuevos niveles máximos…
Si no tiene oro ni plata en su cartera de inversión, cómprelos.
Si no tiene empresas mineras que sacarán provecho de esta situación, comience a interiorizarse sobre el tema. Nuestro Comité de Inversiones trabaja fuerte en este punto y ya está ayudando a miles de personas con recomendaciones exclusivas en nuestro newsletter  Crisis & Oportunidad.
Si tiene una porción importante de dólares y euros entre sus disponibilidades líquidas, piense en otras monedas.
Quizás deberá prepararse como nunca antes lo hizo para adaptarse a los cambios que se vienen. Tomando alguno de los consejos anteriores, quizás sea una buena manera de empezar. 
Fuente: Inversor Global | 19-01-2013

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