Martes 07 de Junio de 2011 10:04 Orlando J. Ferreres para La Nacion Online
El viento de cola que tiene la Argentina, que según algunos economistas es lo que ha permitido al gobierno actual mantener niveles de gasto público extraordinariamente altos, subsidiando también al consumo privado, con acumulación de reservas y desendeudamiento, como es obvio, no va durar para siempre. El ciclo de los precios de las materias primas es bastante regular y no se aprecia una "caída secular" de nuestros términos del intercambio, es decir, una tendencia a disminuir continuamente. Al contrario, en los últimos 7 años, han crecido en forma permanente. En el largo plazo, el precio de las materias primas en términos reales se mantiene relativamente estable.
Hay muchas opiniones sobre la evolución futura del precio de los principales productos que exportamos, las materias primas agrícolas. Los factores más influyentes han sido:
1. La mayor demanda de alimentos por menor pobreza mundial, principalmente desde la aplicación de medidas económicas probadas en países como China, Brasil, India, Vietnam y otros. En 1990 había 1840 millones de pobres en el mundo, lo que representaba el 35 % de la población mundial según la ONU. Esta cifra se ha reducido a alrededor de 1000 millones de pobres, pero como la población mundial creció bastante, ahora pasó a representar el 15% de la población mundial. Son 850 millones de personas más que ahora pueden comer.
2. El gran uso de alimentos (maíz, soja, caña de azúcar y demás) como forma alternativa de combustible. En EE.UU. el uso de maíz para fabricar etanol pasó de 5% del total de maíz producido en 1990, al 35% en este año. La Argentina produjo unos 2.000.000 de toneladas de biodiesel en 2010, provenientes de la soja. Brasil destina una parte importante de la caña de azúcar para producir alcohol.
3. Las producciones fueron afectadas de manera significativa por fenómenos climáticos como en la Argentina en 2009, pero, en general, siguen creciendo.
Como consecuencia de la evolución dispar de estos tres elementos, los stocks de commodities agrícolas, que eran del 31 % del consumo anual en 1998, bajaron mucho, hasta 15 % en 2006. Y ocurrió la lógica reacción: aumentaron mucho los precios de estas materias primas. Estos precios altos deben sostenerse, y se están sosteniendo, hasta que se restablezcan por completo los niveles de existencias, al menos hasta el promedio histórico, que ronda el 25% del consumo anual.
El proceso de recuperación de existencias se viene dando, con fluctuaciones, ya que actualmente los stocks se ubican en el 20% del consumo mundial y recordemos que eran del 15 % del mismo en 2006. Con estos elementos, y sin tomar en cuenta otros datos, se podría estimar que todavía tenemos algunos años por delante con precios altos de nuestros productos agrícolas.
Sin embargo hay una gran cantidad de hechos que influyen en los precios de estos productos. Entre ellos podemos mencionar el ritmo más rápido o más lento de recuperación de las economías desarrolladas (hoy en crisis), los descubrimientos de nuevas fuentes de energía y factores imprevisibles al nivel de información que disponemos hoy.
Lo que sí podemos es incorporar un elemento más, como es la tasa de interés de referencia de EE.UU., tomando en cuenta que muchos fondos de inversión han aprovechado las bajas tasas de interés para invertir en la compras de futuros, que ofrecen un mayor rendimiento como cobertura financiera Se puede apreciar una fuerte correlación entre la baja de la tasa de interés de referencia del Banco Central de EE.UU. (la FED) y el aumento de los precios de las commodities agrícolas (y también del precio de otras materias primas). La tasa de interés de referencia es la que establece la FED para las operaciones de préstamo de corto plazo y es la que se usa justamente como referencia para el resto de las tasas en dólares.
Esta tasa hoy está en 0,25 % anual, es decir prácticamente cero. Pero el promedio histórico es de 6% y llegó a picos de 16,5 % como en 1981. Hoy la tasa es 65 veces menor que la de aquel pico y para alcanzar el promedio histórico tendría que aumentar 24 veces. Nunca hubo tasas tan bajas en EE UU, ya que la de 1961 fue de 2%. Es un momento excepcional de ese país, bastante mal administrado. Mientras dure este tipo de políticas, las commodities se mantendrán altas, pero en algún momento, las tasas tendrán que aumentar. Este camino ya lo inició el Banco Central Europeo, con el primer incremento de intereses luego de la crisis que viene afectando a EE. UU., CEE y Japón desde 2008. Si eso ocurre, es muy probable que se inicie un ciclo de descenso en los precios agrícolas, precios que no pueden subir hasta el cielo. Pero aún tenemos que observar el incremento de stock de materias primas agrícolas, por lo que la dificultad está en saber cuando va a ocurrir esto.
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