Por Juan Diego Wasilevsky
Luego de que el Gobierno argentino sacudiera el tablero de juego días atrás, con el anuncio de la expropiación de YPF a Repsol, llegó el turno de España y de la Unión Europea (UE) que, ahora con los dados en las manos, ha ultimado los detalles de la contraofensiva comercial que aplicarán a modo de represalia por lo que consideran una decisión contraria a las leyes internacionales.
Como si fuera una suerte de TEG, el clásico juego de mesa donde los países agreden y son agredidos para imponer su hegemonía, en el actual escenario mundial se abrieron múltiples frentes de conflicto para la Argentina que, además de la crisis que se desató tras la nacionalización de la compañía petrolera, viene cosechando una ola de críticas y amenazas de numerosas naciones debido a las restricciones al ingreso de productos importados que impuso la Secretaría de Comercio Interior.
Así, con la finalidad de hacerse del colchón de dólares necesarios para hacer frente a las turbulencias que deparará el resto del año, la Argentina pasó a ganarse la antipatía de gran parte de sus mayores socios comerciales, muchos de los cuales están ultimando detalles para lanzar un potencial boicot comercial.
En efecto: al nuevo frente de tormenta que se abrió con España en particular, que busca arrastrar a otras naciones de la Unión Europea, se sumó Brasil en las útlimas horas, de manera sorpresiva, luego de que un alto funcionario amenazara con aplicar un freno a los productos argentinos si se continuaban incumpliendo los acuerdos bilaterales.
El ultimátum partió de boca del ministro de Agricultura de ese país, convirtiéndose así en la primera declaración en años que realiza la administración de Dilma Rousseff en contra de la política argentina de bloquear sus fronteras al ingreso de productos.
Así, el tablero de juego muestra a las claras cómo la tensión está contagiándose entre los principales socios comerciales de la Argentina, ya sea por el "efecto YPF" como por el "cerrojo" impulsado por Guillermo Moreno.
En lo que respecta a las consecuencias derivadas de la expropiación de la petrolera, Marcelo Elizondo, exdirector ejecutivo de la Fundación Exportar y actual director de la consultora DNI, alertó a iProfesional.com que se vienen horas decisivas para las empresas argentinas.
"La UE impondrá sanciones comerciales contra el país. De hecho, el bloque tenía en estudio represalias antes del conflicto con Repsol y que estaban íntimamente vinculadas con el alto nivel de proteccionismo", aseguró el experto, quien luego advirtió que "España, en forma previa a la expropiación ya había hecho público que iba a reaccionar si se tomaba esa medida, con lo cual el gobierno de Rajoy quedó preso de sus propias amenazas y va a actuar en consecuencia".
Así, con la finalidad de hacerse del colchón de dólares necesarios para hacer frente a las turbulencias que deparará el resto del año, la Argentina pasó a ganarse la antipatía de gran parte de sus mayores socios comerciales, muchos de los cuales están ultimando detalles para lanzar un potencial boicot comercial.
En efecto: al nuevo frente de tormenta que se abrió con España en particular, que busca arrastrar a otras naciones de la Unión Europea, se sumó Brasil en las útlimas horas, de manera sorpresiva, luego de que un alto funcionario amenazara con aplicar un freno a los productos argentinos si se continuaban incumpliendo los acuerdos bilaterales.
El ultimátum partió de boca del ministro de Agricultura de ese país, convirtiéndose así en la primera declaración en años que realiza la administración de Dilma Rousseff en contra de la política argentina de bloquear sus fronteras al ingreso de productos.
Así, el tablero de juego muestra a las claras cómo la tensión está contagiándose entre los principales socios comerciales de la Argentina, ya sea por el "efecto YPF" como por el "cerrojo" impulsado por Guillermo Moreno.
En lo que respecta a las consecuencias derivadas de la expropiación de la petrolera, Marcelo Elizondo, exdirector ejecutivo de la Fundación Exportar y actual director de la consultora DNI, alertó a iProfesional.com que se vienen horas decisivas para las empresas argentinas.
"La UE impondrá sanciones comerciales contra el país. De hecho, el bloque tenía en estudio represalias antes del conflicto con Repsol y que estaban íntimamente vinculadas con el alto nivel de proteccionismo", aseguró el experto, quien luego advirtió que "España, en forma previa a la expropiación ya había hecho público que iba a reaccionar si se tomaba esa medida, con lo cual el gobierno de Rajoy quedó preso de sus propias amenazas y va a actuar en consecuencia".
En las últimas horas, el Parlamento Europeo (PE) instó hoy a los 27 países que conforman la UE a suspender parcialmente las ventajas arancelarias que concede a la Argentina, como respuesta a la expropiación de YPF a Repsol.
Por amplia mayoría, los eurodiputados aprobaron una resolución por la que solicita al Consejo de la UE que avance en medidas concretas, como su "suspensión parcial" del sistema generalizado de preferencias (SGP).
Según confirmaron agencias de prensa, la medida fue apoyada por prácticamente todas las fuerzas que componen dicho Parlamento.
Hace apenas tres semanas, la Argentina ya había sido perjudicada por el gobierno de Estados Unidos con una medida dl mismo calibre.
Sin embargo, mientras que con la decisión de la Casa Blanca quedaron afectadas exportaciones de productos nacionales por unos u$s400 millones, el SGP de la UE otorga beneficios a envíos albicelestes por más de u$s3.000 millones.
Según los últimos datos disponibles, provistos por la consultora Abeceb, el sistema de preferencias arancelarias, en caso de desaparecer, perjudicará a empresas argentinas vinculadas con la exportación de:
• Productos agrícolas procesados y sin procesar (54% del total)
• Químicos (34%)
• Autopartes (5%)
• Automotores (3%)
En diálogo con iProfesional.com, Mauricio Claverí, economista de Abeceb, alertó que "si la UE elimina a la Argentina del SGP, terminará generando indudablemente algún tipo de impacto".
El experto hizo hincapié en el efecto que podría traer en algunas industrias, especialmente delcomplejo automotriz, dado que "hay terminales que se están viendo beneficiadas con esas preferencias, que producen y exportan hacia el mercado europeo".
Al respecto, un directivo de una de las cámaras autopartistas, que pidió estricto off the record y que mostró suma preocupación, señaló que "hay compañías automotrices que actualmente están exportando componentes y piezas en grandes volúmenes a Europa. Por eso, cualquier penalidad que se tome y que esté vinculada con aranceles las afectarán seriamente".
En este contexto, Raúl Ochoa, exsubsecretario de Comercio Internacional, alertó que "todo cambio en el sistema de preferencias que tome la UE va a impactar mucho más que en el caso de Estados Unidos, porque estamos hablando de 27 países, que tienen un mayor nivel de comercio con la Argentina. Es decir que se verán afectados más productos y más empresas".
Sin embargo, mientras que con la decisión de la Casa Blanca quedaron afectadas exportaciones de productos nacionales por unos u$s400 millones, el SGP de la UE otorga beneficios a envíos albicelestes por más de u$s3.000 millones.
Según los últimos datos disponibles, provistos por la consultora Abeceb, el sistema de preferencias arancelarias, en caso de desaparecer, perjudicará a empresas argentinas vinculadas con la exportación de:
• Productos agrícolas procesados y sin procesar (54% del total)
• Químicos (34%)
• Autopartes (5%)
• Automotores (3%)
En diálogo con iProfesional.com, Mauricio Claverí, economista de Abeceb, alertó que "si la UE elimina a la Argentina del SGP, terminará generando indudablemente algún tipo de impacto".
El experto hizo hincapié en el efecto que podría traer en algunas industrias, especialmente delcomplejo automotriz, dado que "hay terminales que se están viendo beneficiadas con esas preferencias, que producen y exportan hacia el mercado europeo".
Al respecto, un directivo de una de las cámaras autopartistas, que pidió estricto off the record y que mostró suma preocupación, señaló que "hay compañías automotrices que actualmente están exportando componentes y piezas en grandes volúmenes a Europa. Por eso, cualquier penalidad que se tome y que esté vinculada con aranceles las afectarán seriamente".
En este contexto, Raúl Ochoa, exsubsecretario de Comercio Internacional, alertó que "todo cambio en el sistema de preferencias que tome la UE va a impactar mucho más que en el caso de Estados Unidos, porque estamos hablando de 27 países, que tienen un mayor nivel de comercio con la Argentina. Es decir que se verán afectados más productos y más empresas".
"Es evidente el alto grado de solidaridad que está recibiendo el gobierno de Mariano Rajoy en el seno de la UE. Esto abre la puerta a que surjan represalias a nivel del bloque", recalcó Ochoa, quien recordó las contundentes palabras de la vicepresidenta de la Comisión Europea, Viviane Reding, quien afirmó que "no vamos a dejar a España sola en este tiempo tan difícil" dado que "cuando alguien ataca" a ese país, "está atacando al conjunto de la UE".
Elizondo alertó que "no hay que descartar que luego de una reacción española aparezcan otras sanciones encadenadas. No hay que olvidar que la Argentina se ve beneficiada con otro tipo de acuerdos de preferencias, como el de la Cuota Hilton, que permite exportar con ventajas arancelarias cortes de alta calidad. Sanciones va a haber, ya sea en este u otro terreno. Eso es seguro".
El otro sector que está bajo la mira es el del biodiesel. No es para menos, dado que las exportaciones de este combustible alternativo durante el año pasado ascendieron a 1,7 millones de toneladas por un valor superior a los u$s2.000 millones. Y casi el 90% de esos envíos tuvieron como destino a países del Viejo Continente.
El otro sector que está bajo la mira es el del biodiesel. No es para menos, dado que las exportaciones de este combustible alternativo durante el año pasado ascendieron a 1,7 millones de toneladas por un valor superior a los u$s2.000 millones. Y casi el 90% de esos envíos tuvieron como destino a países del Viejo Continente.
Al respecto, si bien durante los últimos días algunos expertos relativizaron los efectos de un boicot europeo a este producto, dado que ese bloque debería comprarle soja o aceite a la Argentina para generar su propio biodiesel, el presidente de una de las principales cámaras del sector -que accedió a dialogar bajo estricto off the record-, alertó que "hay empresas que van a salir muy perjudicadas si la UE suspende las compras".
"Europa, si no adquiere bio, va a tener que terminar importando porotos o aceite para procesar y generar su propio combustible. El problema es que en la Argentina en los últimos años hubo numerosas empresas que invirtieron millones de dólares para levantar plantas no integradas. Es decir, que sólo producen biodiesel y tienen que adquirir aceite de soja en el mercado interno para elaborar el producto final. Me pregunto yo: esas empresas, que casi no venden en el mercado interno, ¿cómo van a sobrevivir hasta que se solucione el conflicto?", disparó el directivo.
"El sector va a experimentar momentos de incertidumbre. Las compañías que venden internamente y las que además de bio elaboran el aceite no van a tener mayores inconvenientes, pero nadie está pensando en las plantas que dependen sólo de la exportación de biocombustibles. Esas la pueden pasar mal", acotó.
¿Naufraga el acuerdo Mercosur-UE?
En otro orden, las instituciones europeas "deploran la decisión tomada por el Gobierno argentino, de proceder a la expropiación de la mayor parte de las acciones de una compañía europea, ya que representa una decisión unilateral y arbitraria".
Y señala que medidas como la tomada por las autoridades argentinas no hacen más "enrarecer el clima de cordialidad y entendimiento" que reinaron hasta ahora, un aspecto clave para cerrar las negociaciones en curso tendientes a lograr un acuerdo de ascociación entre la UE y el Mercosur.
Si bien el "cajoneo" de un pacto entre ambos bloques no desvela al Gobierno nacional, que se opone a las condiciones planteadas por Europa en lo que respecta a los aranceles para los productos industriales, para los expertos puede derivar en un peligroso aislamiento.
"Nadie puede descartar que, si se caen las negociaciones con el Mercosur, la UE salga a firmar acuerdos bilaterales con Brasil primero y con Uruguay y Paraguay después, dejando afuera a la Argentina. Esto implicaría un cambio muy fuerte en la manera de lograr acuerdos comerciales", alertó Ochoa.
"Europa, si no adquiere bio, va a tener que terminar importando porotos o aceite para procesar y generar su propio combustible. El problema es que en la Argentina en los últimos años hubo numerosas empresas que invirtieron millones de dólares para levantar plantas no integradas. Es decir, que sólo producen biodiesel y tienen que adquirir aceite de soja en el mercado interno para elaborar el producto final. Me pregunto yo: esas empresas, que casi no venden en el mercado interno, ¿cómo van a sobrevivir hasta que se solucione el conflicto?", disparó el directivo.
"El sector va a experimentar momentos de incertidumbre. Las compañías que venden internamente y las que además de bio elaboran el aceite no van a tener mayores inconvenientes, pero nadie está pensando en las plantas que dependen sólo de la exportación de biocombustibles. Esas la pueden pasar mal", acotó.
¿Naufraga el acuerdo Mercosur-UE?
En otro orden, las instituciones europeas "deploran la decisión tomada por el Gobierno argentino, de proceder a la expropiación de la mayor parte de las acciones de una compañía europea, ya que representa una decisión unilateral y arbitraria".
Y señala que medidas como la tomada por las autoridades argentinas no hacen más "enrarecer el clima de cordialidad y entendimiento" que reinaron hasta ahora, un aspecto clave para cerrar las negociaciones en curso tendientes a lograr un acuerdo de ascociación entre la UE y el Mercosur.
Si bien el "cajoneo" de un pacto entre ambos bloques no desvela al Gobierno nacional, que se opone a las condiciones planteadas por Europa en lo que respecta a los aranceles para los productos industriales, para los expertos puede derivar en un peligroso aislamiento.
"Nadie puede descartar que, si se caen las negociaciones con el Mercosur, la UE salga a firmar acuerdos bilaterales con Brasil primero y con Uruguay y Paraguay después, dejando afuera a la Argentina. Esto implicaría un cambio muy fuerte en la manera de lograr acuerdos comerciales", alertó Ochoa.
Como parte de esta política de aislamiento, Antonio Tajani, vicepresidente de la Comisión Europea ya advirtió que acaba de excluir a la Argentina de una gira con empresas del bloque por la región, "porque claramente el clima creado por la expropiación no permite que ésta pueda celebrarse".
En este contexto, tampoco pueden dejarse de lado las declaraciones del ministro de Relaciones Exteriores de España, José Manuel García Margallo, quien tras reunirse con la secretaria de Estado de los EE.UU., Hillary Clinton, y obtener su apoyo, anunció sin ningún tipo de eufemismos queintentará sumar todos los aliados que sea posible para aislar al gobierno de Cristina Kirchner del "contexto internacional" y privarlo "del capital que el pueblo argentino necesita", involucrando así al FMI, al Banco Mundial, al G-20 y al Club de París.
En este contexto, tampoco pueden dejarse de lado las declaraciones del ministro de Relaciones Exteriores de España, José Manuel García Margallo, quien tras reunirse con la secretaria de Estado de los EE.UU., Hillary Clinton, y obtener su apoyo, anunció sin ningún tipo de eufemismos queintentará sumar todos los aliados que sea posible para aislar al gobierno de Cristina Kirchner del "contexto internacional" y privarlo "del capital que el pueblo argentino necesita", involucrando así al FMI, al Banco Mundial, al G-20 y al Club de París.
Las protestas incluso partieron desde el propio presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, quien calificó como un "error" la expropiación de YPF, para luego advertir que "vamos a tener que vigilar" para evitar que otros países opten por este tipo de medidas a las que calificó como "nacionalistas" y "proteccionistas".
Incluso, el conflicto generó algunos chispazos en la región, luego de que el presidente de Chile, Sebastián Piñera, recientemente saliera a declarar públicamente, en relación al conflicto con Repsol, que "los países tienen que respetar la ley y el Estado de derecho".
Cabe recordar que la crisis se extendió a México, que tiene un 5% de Repsol. El propio mandatario mexicano, Felipe Calderón, calificó como "poco responsable y poco racional" la medida de expropiar YPF.
Frente a este tablero de juego cada vez más complejo, el vicepresidente Amado Boudou, previendo lo que los expertos dan como un hecho, salió a redoblar la apuesta al asegurar que "sería lamentable" que España o naciones aliadas apliquen "algún tipo de sanción por una medida que está de acuerdo a la ley y a la Constitución".
Brasil también avisa
Tal como se mencionó anteriormente, paralelamente al posible boicot comercial que desató la decisión de expropiar YPF, en el plano internacional la Argentina viene enfrentando protestas y amenazas de un numeroso grupo de naciones -incluidos los de la UE y los EE.UU.-, que buscan derrumbar el fuerte cerco aduanero que levantó Guillermo Moreno para castigar a las importaciones y así bajar el ritmo de demanda de dólares.
La novedad es que, en las últimas horas, se sumó el descontento del principal socio de la Argentina, Brasil, país que, hasta el momento, había evitado polemizar con manifestaciones públicas.
En concreto, el ministro de Agricultura de ese país, Mendes Ribeiro Filho, exhortó a la Argentina a respetar el acuerdo firmado recientemente para las exportaciones de carne de cerdo, dado que los productores brasileños están padeciendo un desplome de los envíos por las trabas impuestas por Moreno.
El caso, lejos de ser un hecho menor, encendió las luces de alerta en el Gobierno luego de que el funcionario advirtiera que, si no se liberan los envíos, "dificultaremos la entrada de productos argentinos".
Al respecto, Ochoa alertó que "el gobierno brasileño venía estudiando el caso argentino con mucho detenimiento y en silencio. Esta es la primera manifestación de una altísima autoridad sobre el tema de las restricciones comerciales. Y es muy probable que haya dificultades para la Argentina, conociendo cómo actúa Dilma Rousseff, que podrá no apoyar sanciones en contra nuestra en el G-20, pero que está dispuesta a pegarnos donde más nos duela, es decir, en el comercio bilateral".
Cabe recordar que la crisis se extendió a México, que tiene un 5% de Repsol. El propio mandatario mexicano, Felipe Calderón, calificó como "poco responsable y poco racional" la medida de expropiar YPF.
Frente a este tablero de juego cada vez más complejo, el vicepresidente Amado Boudou, previendo lo que los expertos dan como un hecho, salió a redoblar la apuesta al asegurar que "sería lamentable" que España o naciones aliadas apliquen "algún tipo de sanción por una medida que está de acuerdo a la ley y a la Constitución".
Brasil también avisa
Tal como se mencionó anteriormente, paralelamente al posible boicot comercial que desató la decisión de expropiar YPF, en el plano internacional la Argentina viene enfrentando protestas y amenazas de un numeroso grupo de naciones -incluidos los de la UE y los EE.UU.-, que buscan derrumbar el fuerte cerco aduanero que levantó Guillermo Moreno para castigar a las importaciones y así bajar el ritmo de demanda de dólares.
La novedad es que, en las últimas horas, se sumó el descontento del principal socio de la Argentina, Brasil, país que, hasta el momento, había evitado polemizar con manifestaciones públicas.
En concreto, el ministro de Agricultura de ese país, Mendes Ribeiro Filho, exhortó a la Argentina a respetar el acuerdo firmado recientemente para las exportaciones de carne de cerdo, dado que los productores brasileños están padeciendo un desplome de los envíos por las trabas impuestas por Moreno.
El caso, lejos de ser un hecho menor, encendió las luces de alerta en el Gobierno luego de que el funcionario advirtiera que, si no se liberan los envíos, "dificultaremos la entrada de productos argentinos".
Al respecto, Ochoa alertó que "el gobierno brasileño venía estudiando el caso argentino con mucho detenimiento y en silencio. Esta es la primera manifestación de una altísima autoridad sobre el tema de las restricciones comerciales. Y es muy probable que haya dificultades para la Argentina, conociendo cómo actúa Dilma Rousseff, que podrá no apoyar sanciones en contra nuestra en el G-20, pero que está dispuesta a pegarnos donde más nos duela, es decir, en el comercio bilateral".
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